FELDMAN
¿La democracia es igualdad? Fue
la pregunta que encabezó el Panel Especial “Democracia e igualdad: momentos
fundacionales, cuestiones actuales”. En un principio el aula 304 se encontraba
casi vacía, fueron muy pocos los que alcanzaron a escuchar la pregunta que dio
lugar al debate. El día era oscuro, el agua tapaba los vidrios, aunque se
podían ver volar las hojas de los árboles ante tan fuerte tormenta. Sin
embargo, con pilotos, paraguas, o mojados, poco a poco la gente iba llegando y
se unía a la charla.
Silvana Carozzi fue la primera en
manifestar sus ideales respecto de la democracia. Para ello se vio obligada a
comenzar desde el principio, es decir, desde los griegos, explicando que las
revoluciones que se llevaban a cabo en ese entonces solo podían lograrse si
existía una conciencia colectiva para así poder reclamar la igualdad universal.
Y allí fue entonces cuando volvió a preguntar: ¿La democracia es igualdad?
Gabriela Rodriguez prosiguió
explicando que la democracia ateniense fue el primer gran intento de igualdad
política dentro de una sociedad occidental compleja, pero ese notable
experimento no duró mucho ni tuvo efecto notorio por lo que a igualdad material
se refiere. Cuando milenios más tarde ese proyecto democrático volvió a
repetirse aunque ahora a una escala mundial, los resultados no mostraron una
disminución apreciable en la desigualdad. Fue entonces cuando manifestó
que democracia e Igualdad son aún utopías de la sociedad moderna.
Susana Villavicencio sin embargo,
aclaró que también puede decirse que la democracia moderna tiene sus raíces en
el humanismo, que con la creencia en que la estructura del mundo es racional
hace que pueda comprenderlo todo aquél que piense. Los derechos se afirman
sobre la base de que hemos nacido libres e iguales y que la sociedad trata de ocultar eso para beneficio de los poderosos.
Así, las tres expositoras, a lo largo
de la charla dieron un recorrido de la Democracia desde sus orígenes en Grecia
hasta la modernidad, haciendo hincapié en esta última parte en el capitalismo.
La pregunta que rompió el hielo no fue contestada por ellas, ya que solo se
encargaron de dar una explicación general de modo que cada uno deba pensar la
respuesta.
Al terminar la exposición, nos
quedamos en el salón unos minutos más para así poder debatir la pregunta entre
los integrantes del grupo y llegamos a la siguiente conclusión: La democracia
supone la igualdad y la libertad, y éstas son compatibles, pero bajo el capitalismo
resulta imposible que funcione. "Mientras la sociedad siga basándose en
decisiones descoordinadas de ciudadanos privados para generar y distribuir sus
fondos de inversión, no se puede evitar el desarrollo de desigualdades fuera de
cualquier proporción recomendable para estimular la eficiencia, ni tampoco
puede considerarse colectivamente soberana a esa ciudadanía tal como requiere
el ideal democrático”.
VIGÑALES, FELDMAN, DE SALVIA
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